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Tras lograr los mejores resultados hasta el momento a bordo del Mercedes SK, Conejero volvió a dar un salto en su carrera y en esta ocasión buscó profesionalizarse y montar un equipo de competición 100%. Para ello, negoció con un equipo de la Formula Truck brasileña para construir un nuevo camión con el que competir en el Europeo.

Conejero aprovechó la temporada 2004, la última a bordo del Mercedes, para gestar lo que sería su nuevo proyecto. Viajó al otro lado del charco con destino a Brasil, donde se pondría en contacto con diferentes equipos del campeonato brasileño de carreras de camiones, la famosa Formula Truck.

Estas negociaciones desembocaron en el acuerdo con el equipo Scuderia Forza el cual competía en el trofeo brasileño con monturas Iveco. Esto haría que la montura elegida para competir a partir de 2005 fuera de la marca italiana, pero no como los que estamos acostumbrados a ver por nuestras carreteras, sino un modelo con morro que la marca comercializa en Australia, el PowerStar.

Tras meses de trabajo en Brasil, el camión viajaba justo a tiempo a Albacete para disputar el G.P. de las Naciones de 2005. La imagen del Iveco «made in Brasil» en color rojo «Ferrari» bajando de la góndola ya asombró en el paddock, y una vez montado todo y «puesto guapo» el camión tenía una presencia realmente espectacular.

Pero todo sería fachada en el comienzo de su andadura. El PowerStar aterrizó en España sin pretemporada y sin los ajustes necesarios para competir decentemente, y esto se pagó caro. Toni solo pudo rodar un par de vueltas en casa durante todo el fin de semana, y los problemas se sucedieron durante toda la temporada, pues la situación no mejoró y los problemas con la nueva montura continuaron durante todo el año, llegando incluso a romper dos motores a final de temporada.

Aun así, tras este negro primer año de pruebas, nervios, y despropósitos, Toni siguió con ilusión para el 2006, temporada en la que pese a que los resultados siguieron sin llegar, sí que la montura mejoró con respecto al año anterior. La construcción del camión en Brasil, pese a realizarse bajo el reglamento Europeo, hizo que diferentes componentes que allí si funcionaban, aquí no lo hicieran como debían. Tras una serie de modificaciones, y el buen hacer de «El Pelao», el camión comenzó a comportarse mejor en pista, aunque entonces el problema fue la potencia del motor Iveco, que había sido preparado por el propio equipo Scuderia Forza sin el apoyo oficial de la marca y el cual se quedaba muy corto para aspirar a las expectativas marcadas.

Ruptura con la Scuderia Forza y alianza con Buggyra para cambiar el rumbo.

Tras estos dos años en los que la evolución del Iveco fue lenta y dura, Toni decide cambiar de dirección en busca de mejoras con las que aumentar su competitividad. Se desvincula de los brasileños de Scuderia Forza, y se pone en contacto con la escudería Buggyra comandada por Martin Koloc. Toni al fin ve una luz en su camino con el PowerStar, al tener ante si la posibilidad de incorporar un potente motor Caterpillar C12 al Iveco. Dicho motor lo montaron anteriormente los CAT de supercamiones de Loustarinen y Albacete antes de que la marca americana se retirara, y posteriormente los Buggyra con grandes resultados.

Pero esta luz en el camino solo era posible encontrando un gran patrocinador, por lo que Toni se lanza a la búsqueda desenfrenada de un sponsor con el que lograr el presupuesto necesario para incorporar el motor Caterpillar al Iveco. Objetivo el cual logra al llegar a buen puerto las negociaciones con la empresa italiana de componentes para el automóvil Dukic Day Dream S.R.L.

El esperado salto de calidad llegaba al fin, y con él un cambio también en la imagen del Iveco, cambiando el rojo por el azul claro corporativo del nuevo sponsor.

Tras semanas de trabajo en el camión en las instalaciones de Buggyra en República Checa y algunas jornadas de pretemporada, el Iveco PowerStar estaba listo para esta nueva etapa. Pero antes del arranque de la temporada 2007, la montura fue presentada junto al equipo en un evento espectacular en Italia, con un gran despliegue de medios por parte del patrocinador.

Los resultados no tardaron en llegar, pues pese a tener problemas en la primera prueba del G.P. de Cataluña con la velocidad (el Iveco llegó a alcanzar 180km/h), Toni acabó subiendo al podio en la Copa de España en su estreno con el nuevo motor.

La temporada fue transcurriendo en una línea ascendente, logrando volver a los puntos en el Europeo muy pronto, en la tercera carrera del año en Albacete. La rapidez con la que Toni se adaptó a los alrededor de 1000CV del motor CAT fue asombrosa. Esto se transformó en buenos resultados, y pese a no haber podido estar regularmente en los puntos el piloto albaceteño por fin sacó el máximo partido al Iveco tras dos años en blanco y acabó siendo felicitado por el motorizador Buggyra por el gran trabajo realizado durante todo el año por él y su equipo.

Pero las cosas cambiarían de cara a la siguiente temporada y no para bien. El sponsor Dukic Day Dream no confirmó que mantenía su alianza con Conejero hasta bien entrado 2008, y además lo hacía con una reducción sustancial en el presupuesto, por lo que el Iveco seguiría siendo el camión para ese año pese a los intentos de Toni por buscar algo de un nivel superior. Al menos, el acuerdo con Buggyra se mantenía y se incorporaba la telemetría, algo que ayudaría a mejorar los registros. Sin embargo, la falta de presupuesto hacía que en cuanto a chasis y demás componentes el camión no pudiera ser apenas evolucionado con respecto a 2007.

Si el año comenzaba mal en cuanto a lo presupuestario, en la competición tampoco era mejor. «El Pelao» sufría una racha de averías en Barcelona, primera prueba del año, y Misano, que lo dejaba sin apenas poder correr. Además, la prueba italiana servía como escaparate para el patrocinador, por lo que el equipo tuvo gran repercusión en el paddock del circuito montando un gran motor-homme. Sin embargo, una inoportuna rotura del motor Caterpillar dejaba al PowerStar en la estocada durante todo el fin de semana, siendo este un momento muy duro para Toni al ver el camión durante todo el fin de semana sin poder rodar.

La suerte no cambió hasta mediada la temporada en Nürburgring, donde el Iveco volvió a mostrarse fiable, aunque por poco tiempo. En Most una rotura del turbo y en Jarama otro problema mecánico en la última carrera del año cerraba un año muy irregular del Iveco debido a la baja fiabilidad. Toni acababa la temporada como empezó, con el camión averiado, y decidido a no volver a subirse al Iveco más, tras cuatro años de más tristezas que alegrías.

Continuará…

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