«MEMORIAS DE LA SARTHE»: Historia de un Renault G290. De Lyon a Murcia
En esta edición os traemos un «Memorias de La Sarthe» muy especial, pues hablamos del camión más veterano de la parrilla nacional y posiblemente de los más veteranos a nivel continental. Nos referimos como no, al Renault G290 de Francisco Navarro «El Colorines», el cual tiene mucha historia detrás, arrancando esta en 1986 y llegando incombustible a nuestros días.
Renault Vehículos industriales, tal y como la conocemos hoy, fue fundada en 1978 con la unión de Saviem y Berliet. En 1980, Renault era una marca innovadora que se planteó, como Ford, el lanzamiento de una nueva serie de camiones semipesados. Recordemos que ambas, aunque en el caso francés se tratase aún de Berliet, habían colaborado para la creación de una nueva cabina pesada, la KB2400, que en nuestro país se comercializaría inicialmente como DR y como Transcontinental para Ford.
El Ford Cargo, un modelo que apenas se comercializó en nuestro país, fue el primero en inaugurar este nuevo concepto de tractora semipesada en 1981, seguido por la Gama G de Renault, la primera cabina (tipo 875) diseñada por la nueva marca, y Volvo con su FL
A lo largo de la década de los ochenta estos camiones, pensados inicialmente para transportes regionales, fueron demostrando sus virtudes y su versatilidad convirtiéndose en verdaderos superventas. La mayoría de estos primeros camiones semipesados se situaban en torno a los 300 caballos, recurriendo a motores de diez litros de cilindrada, vitaminados por la incorporación de la entonces nueva tecnología del intercooling o intercambio aire-aire. En 1983, Renault lanzaba la citada gama G, que en nuestro país se denominaría DG, y que aquí recibió diferentes apelativos, como Pony o Pitufo, la cual alargaría su vida comercial hasta la aparición en 1995 de la gama Premium.
Tras esta pequeña introducción, y centrándonos en la temática de nuestras sección Memorias, este tipo de modelos de camiones se conformó como la solución ideal para la clase más pequeña (menos de 300 caballos) del recién nacido campeonato de Europa de Carreras de Camiones. Prueba de ello es que el citado Ford Cargo 4281 (Cummins L10), ganó los campeonatos de 1985, 1987, y 1988.
En el caso de Renault, hasta tres equipos aprovecharían las ventajas de la ligereza del modelo, con Crozier, Eric Bacon, Alain Buffa y Jacques Perret como principales representantes en pista, al que se incorporaría Patrice Caudron a finales de la década de los 80.
Y con uno de ellos, en concreto, Jacques Perret, comienza la historia que os traemos hoy, la historia del Pony o Pitufo del Team Colorines de Francisco Navarro, el camión más veterano del campeonato de España, y cuya evolución y prestaciones sirve también para ejemplarizar toda una filosofía racing que el equipo murciano sigue poniendo en pista a día de hoy en nuestro CECC. ¡Y que sea por muchos años!
Aquí va la historia de este camión. En 1986 un grupo de 12 amigos, todos trabajadores de Renault VI de la sede de Lyon, y algunos de ellos muy ligados al departamento de desarrollo de la marca (como ingenieros participarían años después en el desarrollo de los AE); así como los primeros pilotos Jacques Perret y Jean Paul Girard (ambos probadores de la marca), comenzaban a preparar un Renault de segunda mano, en ficha comercial G290-17 T y matriculado como 9681 MJ 69 (y que según France Routes ya tenia 680.000 km). El equipo era en origen una asociación deportiva, por lo que tomaría el nombre de Aravi Amicale Rodano Alpes Vehiculos industriales (A.R.A.V.I.), destacando la figura de Michel Vergonzanne (fallecido en 2018 a la edad de 74 años), uno de los primeros directores de equipo.
ARAVI comenzó a foguearse en 1987 con la disputa de tres pruebas del campeonato Francés que incluían la gran cita de Le Mans. Estaban cerca física y emocionalmente, pero no eran un equipo oficial y técnicamente, nunca lo serían, aunque lógicamente pudieran beneficiarse de algunas ventajas.
El camión equipaba el motor MIDR 06.20.45 de 9.800 c.c., de 6 cilindros en línea con turbo e intercooler, culatines independientes y bomba Bosch, que si confiamos en las cifras del camión hermano de Crozier, alcanzaría unos 650 caballos. En aquellos años la preparación de los camiones era todavía relativamente básica, aunque con la cercanía del cambio de normativa, las cosas cada vez se estaban poniendo más serias. Transcribimos una pequeña descripción sobre esta cuestión aparecida en el número 75 de la citada revista France Routes, precisamente en el reportaje sobre la carrera de Paul Ricard de 1987 que significó la puesta de largo de nuestro protagonista. La máxima se reducía a obtener la mayor potencia posible en base a «introducir la mayor cantidad de diésel posible al motor con suficiente aire para quemarlo» y «hacer que el motor funcione lo más rápido posible porque, a diferencia del par, la velocidad de rotación es un componente de la potencia».
¿Sencillo, no? estos eran los principios a los que se sometería el pequeño motor que aún continua poniendo en pista Navarro. Noël Crozier, en esta búsqueda cada vez más salvaje de potencia, y para desesperación de los comisarios, llegaría a probar con la incorporación de hasta ¡tres turbocompresores!
1988 sería el primer gran año del equipo, el cual se lanza a Europa con el significativo (y fiel) apoyo del patrocinador Wabco. El cambio de normativa le situaba en Clase 1 y lo cierto es que aquella primera temporada fue especialmente brillante. Perret consiguió un segundo puesto en la Catedral, en Nürburgring, sumando otros cuatro terceros puestos a lo largo de la temporada (Brands Hatchs, Hungaroring y Paul Ricard), incluido un tercero en la segunda manga del Jarama y lo que se convirtió en uno de sus hitos históricos, la victoria, bajo una intensa lluvia, en la segunda manga de Zolder. El equipo firmó un año 1988 a muy pocos puntos del cuarto puesto final de Divina Galica, con Ford. Como comentábamos al inicio, tres Ford Cargo y dos Renault G290, incluido nuestro protagonista, dominarían el campeonato.
En 1989 el equipo daba un nuevo salto de calidad e incorporaba una nueva cabina corta (la segunda cabina de la montura, no olviden esta cifra), y se reforzaba en Clase C con la participación de Jean Paul Girard con un Renault R 390 V8 que había pertenecido al italiano Montova.
A pesar del crecimiento de infraestructura, los resultados no fueron los esperados. Además en Paul Ricard, Perret chocaba con el alemán Hans George Marwitz y debía cambiar por completo la cabina (tercera cabina). La temporada, sin embargo, había comenzado bien, muy bien, con dos segundos en Austria y Hungría y un tercero en Brands Hatch, llegando a Paul Ricard, antes del accidente, situado en ¡segunda posición del campeonato! y a sólo dos puntos del líder Gerard Cuynet con un Ford Cargo apoyado por la filial francesa.
Pero a partir del citado accidente la temporada se tuerce definitivamente y sólo en Zolder se obtiene un cuarto puesto que sabe a poco. Una de las pocas recompensas se dará en el Jarama, donde el camión se impondrá en la semifinal y en la prueba mecánica, prueba en la que se convertirían en auténticos especialistas. Al final de la temporada finaliza sexto.
En 1990 el equipo se renueva y se adopta el nuevo restyling de cabina de los Manager, adquiriendo un significativo color azul Wabco que les acompañará por muchos años. Jean Paul Girard se inscribe en Clase A con otro Renault GBH 280. El motor alcanza unos 800 caballos. Pero la temporada puede calificarse como un absoluto desastre, finalizando onceavo y con un sexto puesto como mejor resultado en Austria. En una entrevista para el anuario Transpanorama, Michel Vergonzanne hablaba de los elevados costes del equipo y se mostraba desconsolado con los ¡quince turbos! que el equipo había empleado durante toda la temporada, lo que sin duda condicionó que en 1991 se optase por un turbo Schwitzer.
En Octubre de 1990 en el circuito del Jarama, nuestro protagonista participaba por última vez en una manga europea para el equipo Aravi, despidiéndose con un octavo y séptimo puesto. Los tiempos habían cambiado rápidamente y las nuevas innovaciones técnicas todavía no se habían incorporado al catálogo de la marca Francesa, por lo que el equipo debía buscar otras soluciones alternativas a la poca cilindrada del motor y la ausencia, en ese momento, de sistemas de gestión electrónica de la inyección.
En 1991 el Team ARAVI adquiría uno de los Mack CS200 de cabina retrasada de origen norteamericano para continuar el Europeo, manteniendo el motor de 9.8 litros, que en 1992 sería sustituido por un motor Mack E6-350 2vh de 11.011 c.c. que en nuestro país se comercializó en el Mack MH613. Nuestro camión protagonista pasó a disputar el campeonato Francés con bastante éxito conducido por Bernard Brossard, Jean Luis Fornier y Arlaud.
Con Brossard a sus mandos, y conservando todavía la cabina de 1989, el Renault G conseguiría su último gran resultado, cuando en la edición de 1991 de «Des 24 Heures Camions«, firmó una victoria en la prueba mecánica (2:03:97); un quinto puesto, un cuarto y un sexto en las mangas del Campeonato francés. El octavo puesto en la Superfinal le otorgaría en la suma total de todas las categorías la Victoria Absoluta por puntos. Sí, el Pony del Team Colorines ganó en 1991 la carrera decana de las carreras de camiones en Europa.
El resto de la historia de este camión es más conocida por los aficionados del CECC. Continuará con el Team Aravi en el campeonato francés, nuevo cambio de cabina mediante, y en el año 2000 se vende al piloto francés Roger Jaquier del Team JR, aunque lamentablemente sufrió un fuertísimo vuelco en la carrera celebrada en Albacete en el año 2000, incorporando por tanto una nueva cabina (la cuarta) y vendiéndose posteriormente a Marco Gauthier, que no llega a disputar ninguna carrera con él y es éste el que se lo vende (junto a la gabarra original) a Francisco Navarro, su actual propietario.
Agradecemos la colaboración de todos los miembros del Team Colorines, con especial mención a José María Rosa, que nos facilitó información esencial para la realización de este nuevo, y esperado, ‘Memorias de la Sarthe’.
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