«Memorias de la Sarthe»: Simeón Martín y la Época Dorada de las carreras de camiones.
¡Bienvenidos a: «Memorias de la Sarthe» la nueva sección de TruckRacing.es, en la que nos adentraremos en la historia de las carreras de camiones de la mano de toda una enciclopedia sobre este apasionante mundo, nuestro nuevo colaborador, Jesús Nicolás.
Con él recorreremos los primeros años de las carreras de camiones en Europa y España recordando a grandes pilotos que dejaron huella en el campeonato y marcaron una época.
En este primer artículo, os traemos a todo un histórico piloto español: Simeón Martín.
La relación entre el motociclismo y las cuatro ruedas, o las seis ruedas en nuestro caso, es bastante amplia, con el ejemplo conocido de Salvador Cañellas, Steve Parrish, o en el automovilismo deportivo, Xevi Pons. Cuando Simeón Martín se presentó en el paddock del Jarama, con un Daf 2800 de apenas 350 caballos, tenía muchas cualidades para hacerse con un hueco en la historia de las carreras de camiones en nuestro país precisamente porque provenía de la cantera del motocross, donde había llegado a ser piloto oficial.
1988 fue la primera carrera FIA celebrada en nuestro país. Con el ejemplo de las mangas Reservadas Francesas, y tras el éxito de la edición de 1987, varios pilotos se presentaron con camiones casi de serie en la parrilla de salida. Como de serie era el Daf que Simeón había preparado junto a un grupo de amigos. El sentido del equilibrio y de la competición marcó el punto de diferencia que acompañaría al vallisoletano durante toda su carrera. Mas allá de las diferencias mecánicas, Simeón sabia trazar, apurar frenadas, aprovechar rebufos y sobre todo, comprendía el mundo de la competición de otra manera a como lo hacían algunos de sus compañeros.
Si en 1988 protagonizaba un largo reportaje en la revista Transporte Mundial, junto al Ford Louisville de Juan Carlos Oroño y el Troner oficial de Antonio de Dios, en 1989 protagonizaba otro golpe de efecto cuando en la segunda manga alquilaba uno de los Ford Cargo L10 de Rod Chapman.
El camión, con motor Cummins, debía rendía unos 650 caballos, y consiguió finalizar tras los Pegaso oficiales de Cañellas, Escavias, y el Man 19-292 de Santos.
La suerte estaba echada. 1990, posiblemente una de las temporadas más emocionantes de la Época Dorada, se inició con Martín en el Paddock de Brands Hatchs, al mando de uno de los viejos Ford Cargo de Chapman y con el apoyo de Ressa.
Con 30 años recién cumplidos y el número 74 como dorsal, Simeón concluyó 14º en su primera carrera del Europeo, no terminando la segunda carrera por problemas mecánicos. Pero lo importante era cumplir el sueño y que mejor escenario que una de las cunas del truck race.
En el rápido circuito de Austria consiguió su primer punto, con un 10º puesto, ascendiendo al 9º en la segunda manga. Viendo la lista de inscritos, era imposible mejorar la posición. Delante suyo finalizaba precisamente Salvador Cañellas.
Hungaroring confirmaría las limitaciones del Ford, aunque volvía a puntuar 9º y 10º.
Paul Ricard, una de las grandes pruebas de aquella época, fue el penúltimo round de este primer año. La temporada finalizaba, aunque completaba buenísimas carreras con un 11º y 13º puesto, con un total de 18 camiones en pista, prácticamente todos los inscritos del Europeo.
Jarama significaría la rentrée de Martin en el europeo, esta vez con el segundo Volvo N10 que había conducido Divina Galica una parte de la temporada. En la reservada volvió a finalizar tras los oficiales, siendo 9º en la primera manga del Europeo y abandonando en la segunda por problemas en los colectores.
1991 fue un año extraño y posiblemente difícil para nuestro protagonista, ya que tuvo que permanecer en el dique seco. No obstante, para quitarse el gusanillo, tuvo la oportunidad de correr con el Liaz 250-471 oficial de clase 2 (con motor Detroit Diesel) preparado por el R.C.T.R, es decir, por Roger Chalk, el patrón del CS Pegaso Racing Team. Volvió a demostrar su velocidad innata, su sentido de equilibrio y su espectacularidad.
1993 fue el año de la crisis en el Europeo tras un espléndido 1992. La cercanía ante el cambio de normativa y la crisis económica rebajo el número de participantes y la intensidad del campeonato.
Jarama fue, en ese sentido, otra carrera extraña, pues la clase A apenas tuvo participantes, aspecto extraño pues la nueva normativa se había tomado la clase A precisamente como referencia, con la limitación a doce litros para 1994 entre sus principales novedades.
Por cierto, otro motociclista, Christian Sarron, invitado con el Mercedes Oficial de Antar tras el accidente del campeón Gerard Cuynet en Zolder, fijaría el récord del circuito para clase A en su año de despedida con un increíble 02:04:108
Se podían contar con los dedos de la mano los integrantes de la parrilla: el citado Sarron, Santos y Marwitz con los Man 19-332 uxt; Jacques Perret con Mack cs400, Alexander Markin, con el Zil 4421, Holstege con un scania, Hasse Hansson con un Daf y Haegermann con un Mercedes… ¿y los Pegaso oficiales? Desde el cierre del departamento de competición que dirigió Paco Creus en 1990, el equipo, con el apoyo técnico de Roger Chalk, había ido poniendo a punto los Troner para la carrera del Jarama, aproximadamente unos cincuenta caballos por temporada y un segundo por vuelta, pero en 1993 nadie en Pegaso… perdón, en Iveco, pensaba en ellos… nadie excepto…
El acuerdo para hacerlos correr era que se hiciese con el apoyo de un concesionario oficial según ha podido recopilar Jaime Ruiz de Super-7 biz.
Antonio de Dios consiguió el apoyo del concesionario de Manresa, Sepauto, y el apoyo de Redur, mientras que Simeón Martín contactó con Antonio Nogal, del equipo Tecnitruck, que contó con el concesionario de Guadalajara Autodasa.
Un bonito colofón a un planteamiento, el de Martín, completamente profesional; sumado a unos orígenes en el mundo del camión, que eran la seña de identidad, o debieron de ser las señas de identidad, de esta categoría Reservada o Nacional, que nunca fue Reservada, ni nunca fue Nacional.
Tras el cierre de esta época, el Troner de Autodasa se quedó en una de las carpas del concesionario… cogiendo polvo y sin que nadie desde la fábrica de Barajas se preocupase de dónde estaba el camión con el mejor pedigrí del Cs Pegaso Racing Team, ya que había sido la unidad vencedora de las dos carreras del Europeo en manos de Juan Escavias en 1990. Cogiendo polvo hasta que otro piloto, Manuel Mayo, apareció por el concesionario… pero esa ya, es otra historia.
Fuente fotografías: Revista Transporte Mundial.
Doble Turbo – TruckRacing.es 2020
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